We Love B Divas estuvo presente el pasado viernes en el estreno de la primera película que protagoniza la Aguilera en compañía de la reina de las divorras, Cher.
A aquello de las 21:00 llegábamos al cine, a pesar que la película no comenzaba hasta las 21:30, nosotros quisimos asegurarnos nuestra entrada, no podíamos permitirnos el lujo de faltar al estreno de una de las películas más esperadas del año. Después de casi implorarle a la mujer de la taquilla por los mejores asientos de la sala, nos lanzamos al puesto de palomitas, ya que una pelicula de éste nivel es digna de ser acompañada de Coca Cola y palomitas, mínimo. Ya era la hora, como siempre llegábamos tarde.
¡Mierda! Ya habían apagado las luces de la sala, pero que no cunda el pánico que aún estaban proyectando esos anuncios tan insoportables. Tomamos nuestro asiento, tomamos aire y dijimos: que sea lo que Dios quiera.
La película no nos sorprendió en absoluto, si, es buena, pero entramos al cine sabiendo lo que íbamos a ver, y efectivamente no nos equivocamos. La historia de la paleta pueblerina que huye a la ciudad en busca del éxito ya es un cliché más que explotado desde la aparición de Bar Coyote en nuestras vidas, tanto es el parecido con ésta película que en más de un momento juré haber visto a Tyra Banks entre bambalinas. Lo verdaderamente maravilloso, a parte de la
escena magistral en la que Cher le enseña a Christina Aguilera a maquillarse, que ya iba siendo hora de ir abandonando el Titanlux y el aguarrás, es la capacidad de Christina de moverse con tales pelucas sin que ninguna de ellas salga disparada al público en ningún momento, y la de embutirse en esos ajustados corsés que seguramente produzcan esclerosis múltiple a toda aquella que se atreva a acercarse a él a menos de un metro.
Bueno, la verdad es que si que hubo una sorpresa. Nosotros ibamos con la cosa de que el ficus que tengo en el salón de mi casa tendría más facultades interpretativas que la Aguilera, pero amigos, no fue así.
Christina logró meterse a la perfección en su papel de chica inocente, aunque conforme vaya avanzando el film vayamos viendo que la inocencia decide guardarla en lo hondo del cajón de las bragas sucias.
Sin duda alguna lo mejor de Burlesque es
ese evidente guiño al mundo marrano en general, en el que Burlesque, un burdel organizado por Tess, una proxeneta entradita en años, poco importa si tienes hepatitis B, si llegaste a aprenderte la tabla del dos completa o si realmente sabes deletrear la palabra "gato", lo importante es que salgas semi desnuda al escenario a hacer tu trabajo cada noche, y si es necesario muestra un pezón para atraer los clientes al local. ¿El resto? Pelucones, maquillaje a cantidades industriales, ligueros, bisutería barata y mucho pero que mucho movimiento calentón.
¡Welcome to Burlesque!
