Mucho ha tardado, y es que intentar pagar algunas multillas sin dar palo al agua, es algo casi imposible. La última y genial idea de Lindsay Lohan para ganarse unas perrillas ha sido negociar una aparición en Playboy, donde se mostraría tal y como el altísimo la trajo al mundo.
La web TMZ no solo asegura que dicha sesión de fotos se llevó a cabo este mismo fin de semana, sino que nos sueltan, así, sin apenas lubricar, que la rubia cobraría la friolera de un millón de dólares por dejarnos ver algunas de sus pecas más escondidas.
Por otro lado ni Lindsay, ni sus representantes ni los mismísimos peces gordos de la revista, han confirmado o desmentido nada. Lo que quiere decir que muy seguramente veamos finalmente las lolas de la Lohan, bueno, otra vez.
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