Hace ya algunos meses los cimientos del mundo se tambalearon al recibir la noticia. Beyoncé estaba embarazada, y lo que es peor, de Jay-Z, el cuál tiene el miembro como el de un caballo o de lo contrario no entendemos que se le pasó en su día por la cabeza aquí a mi prima.
La noticia no es el tamaño de los genitales del rapero, sino que su mujer dió a luz ayer mismo. Beyoncé prohibió cámaras, teléfonos, y todo para que nada ni nadie pudiera sacar a la luz una foto de su pequeña hija recién nacida, Blue Ivy.
¿Le ha llamado Blue Ivy a su retoño? Pues si. Con lo fácil que hubiera sido llamarla María o Lucía, pues nada, no ha habido manera, la diva del R&B ha decidido que le lluevan las collejas a su primogénita en el colegio, de pago eso sí.
Para quitarnos el mal sabor de boca que nos dejó el nombre de la criatura, pasamos a analizarlo profundamente, como si entendiéramos del tema y demás. Pero lo cierto es que nos hemos informado especialmente para la ocasion.
Blue es una palabra que Jay-Z incluye en muchos de sus álbumnes, y consta de cuatro letras, y como todos sabemos a Beyoncé le pirra esa cifra. Por otro lado, analizando de manera más profunda la palabra Blue, se considera un color frío, el cuál representa la sinceridad, la espiritualidad y la inspiración (plegio en idioma Beyoncé)
Ahora, pasamos a analizar, Ivy. Beyoncé vuelve a mostrarnos su obsesión por el número "4" y es que si nos fijamos bien en las dos letras del nombre podemos formar un número cuatro en números romanos "IV". Este mismo nombre viene de la palabra hiedra, y simboliza la eternidad.
¿Pero que es esto? ¿Un articulo semiserio? ¡Queremos carnaza!
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