Creíamos que a la única a la que le daríamos de hostias para que espabilara sería a Taylor Swift, pero Selena Gomez desde que está con Justin Bieber (pareja que por supuesto no aprobamos) se ha vuelto más empalagosa que un bocadillo de chicle.
Se trata del video de su nuevo single Who Says, un nuevo Party In The USA de Miley, pero de menor presupuesto. Sería algo así como Party In The Connecticut. Sí, eso está más a la altura.
El video comienza con la murena'h rexuloOona sobre un escenario, de donde se escapa y decide andar descalza por la ciudad. A pique de pincharse con una jeringuilla y contraer Dios sabe que enfermedad. Que la vida está muy malita chiqui.
Mientras tanto, la chica se obsesiona tanto con la palabra Beautiful que la ve por todas partes, hasta que al final del video se encuentra con gente que ella cree que son fans, pero en realidad son extras que reciben un dineral por cada minuto que tienen que aguantar tal pastelada de canción.
En fín, todo un derroche de originalidad, por los cojones.
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