La muchacha puede tener muchas virtudes. Puede hacer para nuestras fiestas como si no hubiera mañana, puede que se haya hecho con el monopolio de la purpurina, pero eso de ser tatuadora, no es una de las cosas que mejor se le da.
Todo comenzó cuando Ke$ha se animó a hacerle un tatuaje a un amigo. La cosa parecía que iba bien, hasta que esa misma zona de piel comenzó a infectarse y adivinad dónde acabaron. Efectivamente, en el hospital. Tuvieron que practicarle al chico una intervención de urgencia.
Ke$ha no se lo ha pensado dos veces y ha corrido a twitter para lavarse las manos de todo este asunto. Por lo visto ha dicho que todo el material de trabajo era de su amigo, así que ella no tenía la culpa de nada.
El amigo de la chica le ha echado mucho humor al asunto, y ha dicho que la cicatriz que le ha quedado le queda realmente mejor que el tatuaje que pretendía hacerse.
Si es que no puede ser, mujer. Esto es así ¿Eres carnicera? No. Pues no toquetees la carne. ¿Eres camionera?
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