Os ponemos en situación. Conciertazo de Prince, altas horas de la noche, y el cantante se dispone a sacar a alguien del público del escenario, y para sorpresa de todos nosotros se trata de la señorita Kardashian. Si ya flipamos un rato al conocer los gustos musicales de la chica, más flipamos después al ver ese meneo de caderas que se pega al subir al escenario.
No, es broma, no se mueve. Tuvo lugar una de las escenas más patéticas que he visto en mi vida después de muchas otras que me hicieron pensar en la verguenza ajena y todo lo que ella conlleva. Pues muy bien, de los creadores de "Te mueves menos que los ojos de Espinete" llega: El Huracán Kardashian.
Después de que el cantante le pidiera abandonar el escenario de una manera ¿agradable? tras pegarse ese maratón de baile, la chica estará en éstos momentos en reposo absoluto y casi deshidratada. En fín Kim, yo que te imaginaba de las que les ponía un poco de musica y acababan con las bragas por los tobillos.
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