Todo empezó con una mamadita y Ke$ha llegó a lo más alto de las listas de ventas: al número 1 de muchas listas. Pero ¿a quién le importa esta zorra? A muchas personas que no somos nosotros y por eso estamos aquí y ahora, para llevarla hasta lo más hondo del fracaso.
El vídeo en cuestión: Tik Tok no es un mensaje de rebeldía hacia las masas ni mucho menos. Tampoco es un llamado al calentamiento global. No. Es una mierda. Una mierda gorda, un truño, un cerullo, una caca, una morcilla, un tranco, todo los posibles sinónimos de heces fecales. En fin, el el vídeo Ke$ha no hace otra cosa que despertarse borracha e ir por la calle como si nada. Que bonito, oye. Y estas cosas llegan al número 1? Bandidos...
En el vídeo podemos ver a Ke$ha que aparece en una casa que no es la suya, cosa que le habrá pasado muchas veces y se habrá levantado en casa de millones de productores musicales, contando con sus aficiones, todo es muy probable. Luego se va, coge la primera bici que encuentra aunque sea de una pobre niña inocente y se va de fiesta. Qué original, de fiesta en un videoclip. Nunca lo había visto... #modoironíaoff.
Si la canción dio tanto bombo, hasta escuchársela a tu madre en sueños, el vídeo no podía ser menos y lo hemos tenido que ver hasta en los Simpsons, cuando hicieron el intro con esta canción. Puta mierda joder. En fin, la verdad es que a mí me cae tan bien Ke$ha como una patada en los huevos y no entiendo como una niña sin voz ninguna y sin arte ni salero puede hacer un disco. Bueno, sí que lo entiendo, así.
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